Arnoles Esta es la segunda separación que vivo, ambas tras años de estar con esas personas, y me parece que saber qué cosas son escollos grandes o pequeños solo se puede una vez pasado el tiempo, salvo que sean cosas muy, muy evidentes.
Cuando estás enamorado sobrevaloras tu capacidad de aguante, crees que vas a poder, que comparado con relaciones anteriores, donde había X cosa muy molesta eso no es nada.
Dices "bueno, yo cedo en esto y el resto cederá en otra cosa" y si es gente de bien efectivamente cederán, pero tú estarás jodido por haber cedido en algo que quizás importaba más de lo que admitías en un principio, y en lo que ha cedido la otra parte realmente no te compensa. Y viceversa contigo.
Uno de los grandes problemas suele ser enamorarse del potencial, porque solo existe en tu cabeza. Los subnormales que suelen pontificar por aquí hablar de coger gente joven para moldearla (manipularla y someterla) a su gusto, y en menor medida y de forma inconsciente, todos solemos pensar que la pareja sería perfecta si puliéramos esto y aquello, y que con esfuerzo y un poco de pedagogía para adultos cambiarán. Lo que ocurre es que los rasgos molestos también son parte de su personalidad, y si haces presión para que los eliminen van a dejar de ser ellos mismos. Van a meterse en el corsé de la imagen que te has creado "de lo que deberían ser", y en el esfuerzo por encajar bien les va a doler todo.
Eso cuando (siguiendo la metáfora del corsé) no sale la lorza por otro sitio como respuesta a la presión.